La cirugía de la catarata en el síndrome de Marfan
La catarata es una patología consitente en la opacificación del cristalino (lente intraocular natural del ojo). Este cristalino es el encargado de enfocar la imagen en la retina para que pueda ser vista con nitidez. La aparición de esta opacificación en la lente supone una disminución en la agudeza visual.
El cristalino consta de varias capas. La más superficial de ellas es el saco capsular, que a su vez está sujeto a las paredes del globo ocular por un ligamento llamado zónula.
La catarata es una patología muy frecuente en la población general, y su frecuencia es aún mayor entre los pacientes con síndrome de Marfan, donde además aparece a edades más tempranas.
Durante la cirugía de la catarata, se abre el saco capsular y se extrae todo el contenido cristaliniano mediante destrucción de éste con ultrasonidos (facoemulsificación). Posteriormente se implanta una lente intraocular artificial dentro del saco capsular, que queda en su sitio, suspendido a las paredes oculares por la zónula.
El síndrome de Marfan se caracteriza porque, con mucha frecuencia, la zónula es muy débil o incluso se puede encontrar desinsertada parcialmente, lo que provoca un desplazamiento del cristalino, conocido como subluxación cristaliniana, y que puede hacer que la cirugía de la catarata sea un proceso más delicado de lo habitual.
Cuando un paciente con síndrome de Marfan se opera de cataratas, el principal problema que puede plantearse es que la zónula se desinserte durante la cirugía o que una desinserción previa aumente de magnitud, provocando la caída a cámara vítrea del cristalino, restos de éste si estamos a mitad de cirugía, o incluso del complejo lente intraocular y saco después de la cirugía.
Para evitar este problema, hoy en día disponemos de medios eficaces, como son los anillos de tensión capsular. Estos son unos anillos que se introducen durante la cirugía dentro del saco capsular y que se abren dentro del saco, lo que provoca su distensión y mejor sujeción a las paredes del globo ocular, estabilizándolo y disminuyendo al mínimo las posibilidades de subluxación o luxación completa a cámara vítrea.
Por lo tanto, hoy en día la cirugía de la catarata ofrece muy buenos resultados en los pacientes con síndrome de Marfan y subluxación del cristalino, sin bien es esencial una buena exploración previa para comprobar la existencia o no de subluxación y, aunque no exista, mantener un alto nivel de alerta durante la cirugía por la posibilidad de que se pueda presentar esta eventualidad.
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